Afortunadamente el fútbol no es un deporte completamente lógico y muchas veces enamora por los desenlaces impredecibles en los partidos. Y algo de eso sucedió en la Bombonera, en la novena jornada del Torneo de Primera División, donde Boca no pudo superar a Chicago y se retiró amargado por un empate 0 a 0 que no le permitió cortarse en la cima en soledad. De esa forma, comparte los privilegios de la primera colocación con San Lorenzo y Rosario Central, que ganaron ayer sus compromisos.
Pocos días después de reafirmar el paso arrollador en la Copa Libertadores, competición en la que se encamina a ser el mejor de los líderes, el Vasco Arruabarrena apostó por una profunda rotación de nombres en la alineación titular, con jugadores más que competitivos, pero ni siquiera alcanzó la presencia de Daniel Osvaldo, quien terminó muy fastidioso, para quebrar la resistencia de Alejandro Sánchez, el arquero del Torito, quien se consolidó como héroe por una serie de buenas atajadas.
Tal como se esperaba en la previa, la iniciativa fue del Xeneize, monopolizando la tenencia del balón y atacando a su rival por ambos costados y por el centro del frente ofensivo, aunque sin efectividad para vulnerar una defensa bien parada y un mediocampo sacrificado para desactivar los circuitos creativos del dueño de casa. Pero mientras los de La Ribera intentaban con múltiples centros, buscando especialmente a su centrodelantero estrella, la dupla de centrales visitante no perdió la concentración jamás.
Al mismo tiempo, fue clave la seguridad de Guillermo Sara, quien reemplazó por tercera vez consecutiva a Agustín Orion en el ámbito doméstico en un gran nivel. Aprovechando la desesperación de Boca y, por consiguiente, los espacios que aparecieron conforme al paso de los minutos, los de Mataderos dañaron con contragolpes que pudieron adelantarlos en el marcador, aunque el ex guardavallas de Atlético de Rafaela respondió para disipar toda clase de peligro.
Más allá de la impotencia por no lograr el éxito en un encuentro de trámite favorable, los comandados por Arruabarrena estiraron el invicto en el certamen y llegaron a 15 cotejos oficiales sin conocer la derrota en lo que va del año. Pero la cosecha de 21 unidades es idéntica a la del "Ciclón" y el Canalla, otros grandes protagonistas del inicio de la campaña.
A su vez, el Verdinegro todavía no sabe qué es vencer desde su regreso a la máxima divisional, pero la igualdad podría significar un punto de partida para despegarse del fondo a corto plazo. Sin achicarse y con gran personalidad, los de Alejandro Nanía se hicieron fuertes para trepar a 4 puntos y volverse a casa con una pícara sonrisa.