Boca Juniors devolvió este martes los 15 millones de dólares correspondientes al pase de Cristian Medina a Estudiantes de La Plata debido a que la transferencia fue realizada desde la cuenta personal de Foster Gillett, algo que está prohibido por la FIFA.
El empresario estadounidense depositó el valor de la cláusula de rescisión del mediocampista, pero el Xeneize rechazó la operación al tratarse de una cuenta privada y no de una vinculada al jugador o a algún club.
El pase, en suspenso
Desde La Ribera, denunciaron la situación ante la AFA, por lo que la operación quedó en suspenso. Ante esto, el Consejo de Fútbol decidió devolver el dinero para que Estudiantes o el volante surgido en las inferiores de Brandsen 805 realicen el depósito de manera reglamentaria y el jugador pueda ser incorporado al club platense.
La polémica estalló el sábado pasado debido a que el artículo 18 del reglamento FIFA prohíbe que un tercero realice la compra de un futbolista bajo su propio nombre. Para que la transferencia tenga validez, el mediocampista de 22 años o el “León” deberán depositar el monto correspondiente dentro de las próximas 72 horas. Solo entonces el futuro de Cristian Medina podrá definirse en Estudiantes de La Plata.
Un problema para Boca
Por otra parte, Boca enfrenta un contratiempo inesperado relacionado con Ayrton Costa, su más reciente refuerzo, ya que el defensor no cuenta con la visa necesaria para ingresar a Estados Unidos, país donde se llevará a cabo el Mundial de Clubes en junio y tiene un problema legal que reafirma la negativa de ingresar al estado norteamericano.
Además, su situación legal complica aún más la obtención de este permiso, ya que Costa tiene una "probation" en la Justicia que podría influir en la decisión de las autoridades migratorias estadounidenses. El futbolista, proveniente del Royal Antwerp de Bélgica, arrastra antecedentes judiciales que incluyen una "probation" por dos casos: un robo ocurrido en 2018 y la detención de su hermano en 2023, acusado del femicidio de su pareja.
Estas situaciones legales generan incertidumbre sobre si Costa podrá regularizar su ingreso a Estados Unidos, un requisito indispensable para que forme parte del plantel de Boca en este importante certamen. El caso de Costa recuerda lo sucedido con Luciano Cabral, un jugador que también enfrentó dificultades para obtener la visa estadounidense debido a una condena por homicidio, lo que le impidió participar en la Copa América 2024.
Sin embargo, en Boca se mantienen optimistas. Desde el club confían en que podrán gestionar exitosamente la autorización necesaria, permitiendo que Costa refuerce al equipo en el renovado Mundial de Clubes de la FIFA. Está previsto que Costa llegue a Argentina el jueves para realizarse la revisión médica y firmar su contrato. Según informaron desde el club, "si no surge ningún inconveniente, se convertirá en jugador de Boca", un paso clave para fortalecer al equipo en su preparación para los compromisos de 2025.
Chiquito Romero, al quirófano
El arquero de Boca Sergio "Chiquito" Romero será operado por una molestia crónica en la rodilla derecha y será baja por algunos meses, por lo que el club buscará un reemplazante antes del inicio de la temporada. A pesar de las negociaciones que tiene el club "Xeneize" con distintos futbolistas, el entrenador Fernando Gago pidió exclusivamente que le traigan un nuevo guardameta debido a la baja del experimentado Romero, por la cantidad de partidos que afrontará el elenco auriazul en el inicio del año futbolístico.
El arquero no estaba teniendo minutos con el primer equipo de Boca, ya que quedó fuera de los convocados en el último partido ante Independiente, que terminó en un empate por 0 a 0, y el juvenil Leandro Brey fue parte de los titulares, con otro veterano, Javier García, en el banco de suplentes.
La sinovitis que arrastró desde la última fecha de la Liga Profesional lo aquejó en el inicio de la pretemporada y el guardavallas tomó la decisión de operarse para superar esa dificultad en la rodilla derecha que le causaba dolores constantes y le impedían desarrollar la práctica con normalidad.