Dentro de una semana, Bayern Münich deberá viajar hasta el 'Camp Nou' para iniciar la travesía con el Barcelona, en búsqueda de un pasaje a la Final de la Champions League. Precisamente, a pocos días para concretar esa cita, las noticias no son buenas para uno de los principales candidatos del certamen internacional. Más allá de cumplir con la lógica y salir campeón de la Bundesliga el último fin de semana, Josep Guardiola tuvo una tarde negra.
La Semifinal de la Copa de Alemania, competencia que lidera ampliamente con 17 títulos, le devolvió todas pésimas noticias. El Borussia Dortmund de Jürgen Klopp se repuso tras empezar abajo en el marcador por el tanto de Robert Lewandowski, lo igualó gracias a Pierre-Emerick Aubameyang y forzó todo a la tanda de penales.
Allí, la suerte le sonrió a Klopp en el 'Allianz Arena' que vio cómo sus rivales erraron las cuatro ejecuciones ante Mitchell Langerak. Claro, hubo un factor fundamental en esos yerros: Philipp Lahm y Xabi Alonso se resbalaron en el paso previo a impactar el balón y lo enviaron por arriba del travesaño.
Pero no fue todo para 'Pep' Guardiola, porque apostó por darle minutos a Arjen Robben y perdió. El holandés había estado marginado un mes de las canchas por una lesión abdominal, hoy ingresó a los 23 del segundo tiempo por Thiago Alcántara, pero duró poco: a los 15 minutos fue sustituido por Mario Götze. ¿El motivo? Sintió un pinchazo en el gemelo izquierdo, que luego se confirmó que es una rotura fibrilar que le impediría llegar a la serie con el Blaugrana.
Toda esta furia del técnico catalán se vio reflejada en el tiempo de descuento, cuando Lewandowski cayó en el área rival y el árbitro dejó seguir el juego, ignorando un supuesto penal. Pep, con ojos llenos de rabia, miró al cuarto hombre cerrando sus puños. Al ver su estado de ira, el DT bajó los decibeles y se acercó a darle un cariñoso abrazo con una sonrisa.