Si bien los tironeos venían desde hace rato, en los últimos días se generó el caldo de cultivo perfecto para que explotara otra bomba en el Barcelona: Ousmane Dembelé fue colgado por el técnico Xavi, quien lo dejó afuera de la convocatoria para el duelo por Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao, luego de que el francés no arreglara la renovación de su contrato.
"Dembelé debería pensar un poco más en el club; se ha decidido que si no renueva, se le buscará una salida. No es agradable para nadie, pero aquí priman los intereses del club", había avisado Xavi el miércoles, marcando el plazo final para recibir una respuesta, y esta mañana concretó su amenaza con un hecho concreto, apartando al delantero francés del plantel.
Aunque Dembelé haya manifestado su deseo de seguir en el Barsa, las negociaciones con su representante, Moussa Sissoko, no caminan sobre ruedas desde hace varios meses. Claro, en caso de que el Culé no le encuentre un nuevo destino en los próximos 11 días -el mercado de pases cierra el 31 de enero-, el Mosquito podrá negociar con cualquier club en condición de jugador libre.
<b>Costó 135 millones y convirtió 31 goles</b>
Barcelona compró a Dembelé en 2017, tras la salida de Neymar al PSG, y desembolsó 135 millones de euros (105 fijos y 40 más por objetivos), cifra que en aquel momento significó la compra más cara de la historia del club. Y con el diario del lunes, está claro que su paso por el Barsa termina como un negocio bastante malo.
Perseguido por las lesiones, el francés nunca pudo ganarse un lugar en el equipo, a pesar de los cambios de nombres en el banco. A lo largo de cuatro años disputó 129 partidos oficiales con la casaca blaugrana, en los que anotó 31 goles, un número mucho menor al que marcaban las expectativas. Se va del Barsa con dos Ligas, dos Copa del Rey y una Supercopa de España.
Frente a este caótico escenario, en Catalunya ya empezaron a hablar de posibles interesados para llevarse a Dembelé, con nombres que incluyen al Manchester United, la Juventus o el Chelsea. Sin embargo, para que alguno acelere por el francés, mucho dependerá de que el delantero consiga la libertad de acción (no pagarían fichaje) o logre un pase a préstamo, algo que pinta bastante difícil en plena crisis.