En el marco de una causa que investiga balaceras registradas en jurisdicción de comisaría decimoquinta de Paraná, se concretaron dos allanamientos en Paraná: uno en barrio Capibá y otro en calle José Lino Churruarín.

Fuentes policiales confirmaron que, en calle 941, se llevó a cabo el secuestro de un arma de fuego tipo escopeta, calibre 16, número de serie 96063, con culata de madera en buen estado y un total de dos cartuchos del mismo calibre. Tras el operativo, se procedió a la detención de un hombre de 28 años de edad, por el presunto delito de Tenencia y Portación Ilegal de Arma de Fuego.

En tanto, en la vivienda ubicada en Avenida José Lino Churruarín, antes de Gobernador Héctor Maya, se llevó a cabo el secuestro de tres envoltorios de nylon que contenían un total de 3,4 gramos de clorhidrato de cocaína, una balanza electrónica de precisión y 204,900 pesos.

“Una de las familias amenazó a otra con una escopeta y, de acuerdo a las descripciones, sería el arma de fuego que se secuestró tras el allanamiento del sábado; pero no estaba en el domicilio de los propios, sino, en la casa de un vecino”, confirmó a Elonce el jefe de comisaría decimoquinta, Juan Altamirano.

En relación al conflicto armado, el comisario comentó que “el sábado había dos menores de edad, pero también están involucrados sus progenitores”.

Es que las balaceras en el Capibá parecen no tener un cese al fuego. Hace dos semanas atrás, se registró un tiroteo entre cuatro hombres, los que mantendrían problemas de vieja data. Tras el incidente y la intervención policial, se incautaron armas de fuego y cartuchería, además de elementos robados.

“Secuestramos una pistola marca Bersa calibre 9mm, que estaba siendo buscada hace tiempo porque, incluso, era publicada por algunos de los integrantes de estos enfrentamientos; además una pistola calibre 22”, repasó el comisario. De hecho, apuntó: “Es una práctica entre ellos el ostentar que tienen armas de fuego”.

Según repasó Altamirano, en los allanamientos de hace dos semanas atrás se secuestraron elementos mal habidos, que podían llegar a ser producto de un ilícito. “Se llamó a damnificados para que empiecen a reconocerlos”, comentó el comisario al respecto.

“Disputas de vieja data”

“Son disputas que vienen de vieja data; no tienen problemas por algo específico, sino que es su forma de vivir”, apuntó el comisario y remarcó: “Lo más preocupante es que hay vecinos que no tienen nada que ver con la problemática”.

“Un allanamiento siempre es mal recibido por parte de los investigados, pero si es aplaudido por parte de la sociedad, que quiere respuestas”, destacó Altamirano.

Finalmente, confirmó que, en lo que va de la investigación, se secuestraron cuatro armas de fuego y seis detenidos (algunos de los cuales están con prisión domiciliaria).