Economía Granos

La baja en los valores de la soja genera incertidumbre sobre las divisas

La tonelada de soja está cerca de los 290 dólares. Hace un mes y medio cotizaba a 305 dólares. Sucede que una producción récord tira abajo los precios del principal producto exportable de la Argentina.

27 de Diciembre de 2024
El precio de la soja seguiría bajando Archivo

El mercado internacional de soja enfrenta un panorama incierto para 2025 debido a la fuerte alza en la producción global, lo que podría seguir presionando a la baja los precios de este commodity clave para la economía argentina.

 

Actualmente, la tonelada cotiza cerca de los 290 dólares, una cifra que representa una caída respecto a los 305 dólares de hace tan solo mes y medio.

 

Las perspectivas para los próximos meses son igualmente desalentadoras, con las proyecciones para abril de 2025, que coinciden con la nueva cosecha, anticipando precios de entre 265 y 270 dólares por tonelada, en el mejor de los casos.

 

Por qué caen los precios de la soja

La razón detrás de esta caída de los precios es la sobresaturación de la oferta mundial, que ha sido impulsada por un incremento significativo en la producción de soja a nivel global.

 

En la campaña 2020/21, la producción mundial de soja alcanzó las 370 millones de toneladas, pero para la campaña 2024/25 se prevé que este volumen suba a un récord de 427 millones de toneladas, lo que representa un aumento de 60 millones de toneladas respecto al promedio de los últimos cinco años, y un 8% más en comparación con la campaña 2023/24.

 

Esta sobreoferta generó una presión bajista sobre los precios, que, si se comparan con los valores de finales de 2023, están casi 100 dólares por debajo.

 

 

La competencia global aumenta la presión sobre los precios de la soja

La caída en los precios de la soja no es una situación aislada, sino que responde a una tendencia global. Según los registros, esta es la cotización más baja desde mediados de 2020, lo que indica un cambio estructural en el mercado.

 

“Llegamos a precios muy bajos, si lo vemos en el poder de compra de una tonelada de soja en el mercado local estamos en mínimos desde enero del año 2018”, explicó Matías Contardi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). El aumento de la producción global es clave en este contexto, con una mayor oferta de soja que compite por captar una demanda que no crece al mismo ritmo.

 

En términos de producción, la diferencia con el año pasado es notable. A nivel mundial, la producción de soja pasó de casi 395 millones de toneladas en 2023 a una estimación de 435 millones para 2024, lo que representa un incremento de entre 35 y 40 millones de toneladas. Este aumento global ha sido impulsado principalmente por Brasil, el mayor productor mundial de soja, que proyecta una cosecha récord de 169 millones de toneladas, casi 15 millones más que el año anterior.

 

Las principales proyecciones anticipan que Brasil podría superar los 170 millones de toneladas, lo que marca una diferencia considerable con su última cosecha récord de 162 millones de toneladas en 2022/23.

Cae el precio de la soja. Archivo

 

El panorama de la soja en Argentina

En cuanto a Argentina, después de varios años de cosechas negativas, se espera una producción sólida para la próxima campaña. Según lo señalado por el analista Pablo López, “Veníamos en torno a los 17 millones de hectáreas de soja y después del tema de la chicharrita y el problema causado de los maíces tempranos, los productores se volcaron o se están volcando bastante más a la soja. Se proyectan no menos de 18,5 millones de hectáreas, con lo cual, muchos auguran una producción total de 55 millones de toneladas”.

 

Esta cifra supera las estimaciones previas, como las del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que estiman 51 millones de toneladas, lo que sugiere que aún podrían ajustarse al alza.

 

Sin embargo, el aumento de la producción argentina no es suficiente para contrarrestar la caída global de los precios. La molienda mundial de soja también alcanzó niveles elevados, pero no fue capaz de equilibrar el exceso de oferta que sigue presionando a la baja los precios. Como resultado, los inventarios globales continúan creciendo.

 

En los próximos meses, la situación podría empeorar, ya que Paraguay comenzará su cosecha en enero, seguido de Brasil y, en el otoño, con el ingreso de la soja argentina al mercado, la presión sobre los precios podría intensificarse aún más. Esto consolidaría la tendencia bajista que se viene observando en los precios internacionales de la soja. (Con información de NA)

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