Luego de haberse armado para salir campeón, o al menos para ascender sin mayores inconvenientes, Argentinos Juniors llegaba al cierre de la primera rueda seriamente comprometido. Con cuatro encuentros sin sumar de a tres y –por consecuente- fuera de los puestos que otorgan un boleto a Primera, Claudio Borghi quedó en la cuerda floja, debiendo pedir un partido más de 'changüí'. El mismo le llegaba debiendo visitar a Douglas Haig en el último encuentro de la Fecha 11.
Con la única obligación de salvar a su equipo y al entrenador que supo catalogar como el mejor de la Argentina, Juan Román Riquelme salía a jugar su séptimo encuentro seguido (seis por el certamen doméstico y uno de la Copa Argentina). Rápidamente, el '10' se mostró lo suficientemente encendido como para ponerse el equipo al hombro. A puro lujo, con taco y pared de por medio, de sus pies nacían las mejores ocasiones que podía generar el conjunto de La Paternal (como en la mayoría de los juegos en los que dio el presente). Sin embargo, su rapidez mental para tocar y poner exquisitas habilitaciones, resultaban difícil de seguir hasta por sus propios compañeros. Así fue que, pese a que él asistió en las chances de mayor peligro (primero a Juan Ramírez y luego a Cristian Ledesma, la primera etapa se esfumó sin festejos.
Ya en el complemento, el '10' salió aún más decidido y dispuesto a ser él quien torciera el marcador. Y fue apenas a los tres minutos cuando recibió un pase atrás de Ramírez para definir poniendo la pelota pegada al palo derecho. Descargando su furia contenida en el festejo, era Román quien decretaba el 1-0 que le daba una vida más a su mimado entrenador.
De allí en más, el DT de la visita decidió mover piezas y su equipo se mostró decidido a jugar de contra, para así resguardar la mínima ventaja que tanto les había costado conseguir. Mientras, el local iba con todo en busca de su grito, contando con una increíble ocasión pasada la media hora de juego cuando Gioda se lo perdió abajo del arco. No había caso, pese a algunos merecimientos, los de Pergamino no encontraron la forma de quebrar a un Argentinos que volvió a festejar y cerró la primera rueda metiéndose en zona de ascenso prácticamente por la ventana. Respira el 'Bichi'.