La Argentina cayó en su visita a Paraguay. Fue 2 a 1, en el duelo de las eliminatorias sudamericanas por la undécima fecha. La Albirroja comenzó la ruta mundialista sumando seis puntos sobre 18, pero desde el empate contra Uruguay en la séptima fecha su rumbo cambió y sacó 11 puntos de 15. Victorias frente a Brasil, Venezuela y la Argentina, todas de local. Y empates contra Uruguay y Ecuador, ambos de visitante. El artífice de esta gran levantada tiene nombre y apellido: Gustavo Alfaro, que se refirió a todo lo que sintió antes del partido, la clave del triunfo, la enseñanza que le dieron sus futbolistas y cuándo empezó a creer en sus futbolistas.
Para explicar el triunfo sobre la Albiceleste, en entrenador dio una introducción fiel a su estilo, y dio el verdadero motivo por el que Paraguay sumó de a tres: “Cuando uno se enfrenta al campeón del mundo en vigencia de nivel, en la vigencia de ser el campeón de las dos últimas Copas Américas también, de ser el líder de la eliminatoria, con jugadores premiados con justicia, con la jerarquía que tiene en el plantel, con el mejor jugador del mundo, enfrentarlo desde la humildad y rebeldía era un desafío, más cuando empezás perdiendo, eso era meramente futbolístico".
"Rebeldía contra la adversidad"
“Lo que vivimos nosotros esta mañana, que se escuchaban los cánticos, las bocinas y todo el calor de la gente, se sentía. Cuando empezamos a recorrer el camino era impresionante, había mucho chiquitos... yo les decía a los muchachos que el fútbol es tan impiadoso, tan injusto, tan ingrato que, para los entrenadores, sabemos cuándo empezamos, pero no cuándo terminamos porque es difícil terminar un contrato. Para sobrevivir en este ámbito tenemos que matar la pasión para sobrevivir, por eso me cuesta gritar los goles. Por eso cuando uno ve a toda esa gente con la camiseta, uno mide el termómetro del país”, remarcó el DT rafaelino.
“Anoche nos vino a ver el presidente de la nación (Santiago Peña), suspendió reuniones porque quería estar presente en la cancha, y lo nombro porque recorríamos barrios de gente humilde y eran los que se identificaban con la selección, y de repente el hombre que más representa al país también estaba ahí. Hubo un partido en el medio, que fue complejo, pero si te tuviese que definir por qué lo ganamos, es por la rebeldía contra la adversidad, contra los pronosticadores de fracaso, contra los que venden las fatalidades anunciadas. El alma de este jugador es muy noble y nunca hay que darla por muerta. Nuestra realidad es por los jugadores que lucharon, por más que hace tres mundiales que no juegan y me hacen las cosas más fácil”.
Gracias a la gran cantidad de puntos que sumó en los últimos cinco partidos, Paraguay comenzará 2025 en zona de clasificación al Mundial. Sobre esto, Alfaro contó qué aprendió del jugador paraguayo para que todo pueda revertirse: “Me enseñó mucho, se los decía ayer a los muchachos. Muchas veces los entrenadores dirigimos el primer partido, y lo agarramos a mitad de camino y decimos que no tenemos tiempo de trabajo; verdades a medias, porque no tuve ni tengo tiempo para trabajar, con Miguel Almirón y Ramón Sosa trabajamos 25 minutos ayer, y el profe después me miraba con mala cara porque había viajado mucho y lo entrenamos mucho. Ellos me enseñaron que se encolumnan detrás de un sentimiento”.
"Me enseñaron a demandar, a exigirles, a respetar su nobleza"
Y reveló una anécdota: “Contra Uruguay [en su primer partido] jugué con tres volantes. Nunca lo practicamos, lo resolvimos después del almuerzo en Montevideo. Pensaba que si jugábamos con dos volantes nos iban a ganar, entonces los agarré en el almuerzo, les pedí de jugar con tres, se los expliqué en un pizarrón y lo hicieron muy bien. Entonces digo que las ganas por revertir la adversidad son tan grandes, que el tiempo es secundario, y ellos me enseñaron a demandar, a exigirles, a respetar su nobleza. Ellos, sin decirlo, demandaban volver a ser Paraguay, lo necesitaban. No es ninguna critica a lo anterior, es sentirse representado con lo que estaban haciendo y eso va en las actitudes”.
Y amplió su opinión con un concepto paternal: “Los extraño cuando se me van. El martes se van y hasta marzo no los veo más, y es una relación muy linda con ellos y la gente del predio. Esto es muy lindo y lleva mucho tiempo construir algo sólido. Nosotros tenemos que imitar muchas cosas de la Argentina. Muchas actitudes del campeón del mundo que son maravillosas, como la vocación, sus formas, la humildad, la forma de luchar. Yo les dije, nosotros somos Paraguay, pero ustedes en muchas oportunidades me muestran rasgos de Argentina. No tengas dudas de que en esa asociación entre cuerpo técnico y jugadores yo pido y exijo porque del otro lado también lo hacen. Siento que tengo que ser la mejor versión de entrenador para estar a la altura de la demanda de estos jugadores”.
Por último, el entrenador se refirió a cuándo empezó a crecer el equipo y sobre esto fue determinante: “Desde el primer contacto que tuve con los muchachos, no en el primer entrenamiento, yo me fui a reunir con jugadores a Brasil y Argentina. Con los que estaban en Europa hablé por teléfono para presentarme y escucharlos; no con lo que te dicen, sino con lo que tenés que interpretar de ellos. Yo dije que tenía que tener la capacidad para dar en la tecla justa. Nosotros analizamos rendimientos, no resultados, y en ese sentido pensé que si tocábamos la tecla justa y no le fallamos a los jugadores, sin prometer cosas que no podemos cumplir, sin exigir más de la cuenta, dar antes de recibir y si tenemos la capacidad de dejar de lado los intereses personales por un escudo, una bandera, un himno, van uno atrás del otro”.
"Argentina es difícil"
“Después se necesitaban los resultados, que es lo único que te devuelve la confianza. Si entraba la de Suárez contra Uruguay, perdíamos, y hoy capaz que estaba dirigiendo el último partido, había que romper la dinámica perversa de los resultados; si no, cochería. Si no rompíamos eso, no se iban a dar los resultados, contra Brasil llegamos dos veces, después nos defendimos, a eso hay que decirlo. Al partido de hoy no sé si lo ganamos justo, Argentina es difícil. Nos metieron el gol, miro a mis colaboradores, me dijeron que estaba habilitado y dije “pucha, empezamos perdiendo”, pero miré a los jugadores y entre ellos se tranquilizaban. Lo mismo contra Venezuela, pero hoy empezamos perdiendo contra el campeón del mundo. Sabíamos que era difícil, pero teníamos con qué y lo consiguieron”.
La próxima fecha Paraguay deberá visitar a Bolivia en los 4.150 metros de El Alto, donde hasta ahora, la Verde no perdió ningún punto.
Vale destacar que la Albirroja, que tiene 16 puntos, llegará en puestos de clasificación al año que viene debido a que le sacó cuatro unidades a Venezuela, con 12, la selección que por el momento se está metiendo en el repechaje para acceder a la próxima Copa del Mundo.