El fenómeno de El Niño era uno de los más esperados para Argentina a raíz de las sequías que produjo su contrapunto, La Niña, durante los últimos años. La última vez que había estado era en 2016, pero, a diferencia de otros años, podría perjudicar las cosechas del país y traer graves consecuencias como aguaceros y lluvias superiores a las normales.
Este fenómeno climatológico contribuyó al aumento récord de las temperaturas globales, a la pérdida de bosques tropicales, al blanqueamiento de corales, a la generación de incendios forestales y al deshielo polar.
Ahora los científicos creen que volverá a ocurrir y por eso están alertando sobre la posibilidad de que en los próximos meses se forme un Niño potente en un contexto en el que, además, está ocurriendo un calentamiento "brusco e inesperado" de los océanos, lo que en conjunto podría llevar la temperatura global a niveles de récord entre 2023 y 2024.
Desde un estudio realizado por una Universidad en Wisconsin, Estados Unidos, afirman que “un El Niño potente -como el que se está pronosticando para este año- suele estar asociado a eventos meteorológicos extremos”.
En situaciones que no son comunes en algunas regiones con este fenómeno climatológico, expertos advierten que “los impactos tienden a ser más de calor y sequía para Latinoamérica, pero los efectos más grandes tienen a ocurrir en la ladera occidental de los Andes y las montañas que predominan en América Latina”.
La situación para el resto del mundo
Ángel Adames, profesor de dicho establecimiento educativo que realizó un informe, también alertó sobre lo que podría llegar a suceder en otras partes del mundo.
"El primer impacto que se ve es el calentamiento fuera de las costas del Perú. Este año, si no se rompió el récord está casi por hacerlo. Está extremadamente cálido y hemos visto unos aguaceros con una intensidad y fortaleza que no se ven comúnmente, excepto cuando tienes esas temperaturas bien altas, causando tremendas inundaciones, deslizamientos y pérdidas de vidas y de recursos materiales", afirma Adames.
Explica que el desarrollo de El Niño, en especial si sigue aumentando la temperatura oceánica, suele llevar a una temporada de huracanes más activa en el Pacífico oriental y central.
"Durante los años de El Niño hay mayor riesgo de huracanes para la costa oeste de México y para Hawái. Frecuentemente vemos huracanes o tifones que atraviesan el océano y ocurren huracanes más intensos en la región más al sur del océano Pacífico occidental. En contraste, la actividad de huracanes en el océano Atlántico disminuye", señala.
Se anunció que vendría un El Niño muy “fuerte” a comparación de años anteriores, que también implicaría en un aumento del calentamiento global en el planeta.
En ese sentido, Adames sostuvo: "La segunda mitad de este año -y más probablemente el año que viene- será un periodo extremadamente caluroso y con muchas olas de calor porque estamos hablando de un calentamiento por El Niño además del calentamiento causado por el ser humano. Así que posiblemente el 2024 o el final de este año, será uno de los más cálidos que hemos experimentado desde que se tienen registro". (BBC)