A pesar de haber desacelerado el ritmo de caída desde comienzos de año, la industria sigue sumergida en la recesión económica. Además, en términos de expectativas, más de la mitad de las empresas del sector no esperan una recuperación antes del segundo semestre de 2025.

La apertura de las importaciones adoptada por el gobierno en los últimos meses, sumado al atraso cambiario con la caída del dólar oficial, representa un riesgo a la estabilidad y competitividad de sectores claves de la economía.

Fuerte impacto

Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), alertó en los últimos días, sobre el cierre de cerca de 10,000 empresas en 2024 y la pérdida de más de 220,000 empleos en los últimos meses.

Según el dirigente empresarial, la industria argentina no está preparada para competir en un mercado libre por los altos costos energéticos, impositivos y laborales, que, sumados a la inflación en dólares, hacen que los productos nacionales sean menos competitivos frente a los importados.

“Tenemos una apertura del comercio internacional de importaciones y la industria nacional no está preparada para enfrentar esa competencia”, señaló Rosato en declaraciones a radio Splendid.

La falta de un marco competitivo adecuado para las empresas, las pone en una posición vulnerable frente al futuro, exacerbada por la incertidumbre económica y la falta de generación de políticas industriales por parte del gobierno nacional.

Además, las altas tarifas de energía y la carga impositiva elevada, deja a las pymes con pocos márgenes de acción. Producir en la Argentina tiene una carga impositiva del 32%, el doble que Brasil y México.

Carga tributaria y costo laboral

“En promedio, más de un tercio de la carga tributaria sobre la actividad metalúrgica son impuestos considerados ‘distorsivos’ debido a su menor incidencia en países comparables y su impacto acumulativo en la cadena de valor”, estimaron las cámaras empresarias.

Además, especificaron que el costo laboral en la Argentina representa el 67% de la masa salarial. “A pesar de tener índices de siniestralidad similares, la litigiosidad laboral en la Argentina es 10 a 20 veces superior al de países comparables”, se afirmó.

Estos condimentos, aumentan los reclamos de los empresarios hacia el gobierno, quienes demandan que: “hay que nivelar la cancha”.

Esta situación desalentadora está llevando a muchas pymes a considerar la importación como una alternativa a la producción local, un hecho que preocupa a Rosato. “Tenemos muchas empresas pymes que están pensando en importar”, alertó el titular de IPA.

“Acciones urgentes”

Esta puja se tensionó aún más hace algunos días cuando Propymes (Techint), junto con diez cámaras del sector, solicitaron un informe titulado: “Una agenda común para crear más inversión y empleo en Argentina: eliminar impuestos distorsivos para competir en una cancha nivelada”.

“Necesitamos acciones urgentes para reducir la presión impositiva y reformas de competitividad para permitir que nuestras empresas puedan competir de igual a igual con el mundo”, afirmó en una de sus conclusiones el documento.

“Corremos el riesgo de enfrentar un escenario de desindustrialización, con menos empresas y menos empleo”, se indica en el informe. Es una advertencia similar a la que había hecho la UIA y que ofendió al Presidente y a Caputo antes de la conferencia industrial de fin de año.

Si bien, algunos indicadores se muestran atractivos para los mercados financieros, hasta el momento, demostrado ser devastadoras para el empleo, la industria y la equidad social.

El panorama de Entre Ríos

Un monitoreo de empresas que realiza la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), concluyó a principios del 2024, que el nivel de ventas de las industrias entrerrianas tuvo una contracción del 80%, mientras que el de producción retrocedió un 63%. El 86% de los empresarios dice estar peor que hace un año y solo el 30% cree que es un buen momento para invertir.

Datos del Censo 2022 del Indec, detalla que Entre Ríos tiene 6.959 "unidades económicas productoras" (empresas grandes, mipymes, monotributistas y autónomos), que representan el 2 por ciento del total del país. De las unidades entrerrianas, 5.329 son empresas con fines de lucro (el 76,6 por ciento).

Según el tipo de actividad, las empresas y emprendimientos de Entre Ríos más relevantes son: Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que representa el 19 por ciento del total en la provincia; Comercio y transporte, que suma el 25 por ciento; "Otros servicios" significa el 31,2 por ciento; y Servicios inmobiliarios, empresariales y de apoyo el 9,1 por ciento, entre otros rubros.