<i>"Nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción, de esta falta de respeto de toda la Copa. Estábamos para más. La corrupción, los árbitros y todo eso no permite que la gente participe del fútbol, del show y lo arruina un poco". </i>
Las explosivas declaraciones de Lionel Messi tras el partido por el tercer puesto de la Copa América provocaron una onda expansiva cuyos daños aún no pueden ser evaluados. Sus palabras sonaron fuerte en la Conmebol, a tal punto que la Comisión de Ética abrió un expediente que podría terminar, si el capitán de la Selección no las fundamenta con pruebas, en una dura sanción. Según el Reglamento disciplinario, Messi podría recibir hasta dos años de suspensión por violar el inciso d) del artículo 20 y una multa económica de 50 mil dólares.
Es por eso que en las últimas horas fue enviada una carta que lleva la firma electrónica del propio futbolista en la que se intenta dar el primer paso para aliviar tensiones.
Messi ensayó en el escrito una suerte de ofrecimiento de disculpas al explicar que no intentó asociar la palabra "corrupción" con la dirigencia de la Conmebol, al tiempo que argumentó que sus dichos fueron producto de una reacción bajó estrés emocional debido a la bronca que le generó haber sido expulsado tras una escaramuza innecesaria con el chileno Gary Medel en el primer tiempo de aquel duelo por el tercer puesto de la Copa América que ganó Brasil.
Si las disculpas de Messi surten el efecto deseado entre los integrantes de la Comisión de Ética, luego habrá que esperar que la Comisión de Disciplina de la Conmebol se expida sobre el castigo que recibirá el capitán albiceleste por los otros dos expedientes que quedaron abiertos y en suspenso: uno por la expulsión y otro por sus exabruptos. La idea primordial es evitar que el argentino sufra un fuerte castigo más allá de la sanción que le correspondería por la expulsión -serían, en principio, dos partidos por haber visto la roja en forma directa-.
Aunque los paños fríos no son simplemente para evitar una suspensión del crack de Barcelona, sino también para descontracturar la tensa relación entre la AFA y la Conmebol teniendo en cuenta que la Argentina será coorganizadora junto con Colombia de la Copa América 2020. Y no hay que olvidar que también está en pleno lanzamiento la candidatura para ser anfitriones junto con Uruguay, Chile y Paraguay del Mundial 2030, algo que quedó rubricado la semana pasada con las firmas de los presidentes Mauricio Macri, Tabaré Vázquez, Mario Abdo y Sebastián Piñera en Santa Fe .
En paralelo con el ofrecimiento de disculpas virtual de Messi, el martes habrá un cónclave que resultará clave en este sentido: Claudio Tapia viajará a Asunción convocado por el Consejo del organismo continental y volverá a verse cara a cara con Alejandro Domínguez. Hay tensión entre la casa madre de la pelota en la Argentina y la Confederación Sudamericana de Fútbol a partir de la dura carta que envió el presidente de la AFA el 3 de julio tras la derrota contra Brasil, por las semifinales de la Copa América. Desde Viamonte 1366, aseguran, no se movieron ni un centímetro de su postura. El ex presidente de Barracas Central puso allí en duda "los principios de ética, lealtad y transparencia" del dirigente paraguayo. Y la Conmebol en ese caso también exige explicaciones.
Sobre el tema Messi, desde AFA aseguraron que no piensan avanzar hasta que el Comité de Ética de la Conmebol se expida. En el caso de que la sangre llegue al río, la AFA irá por el mismo camino que el jugador. Dirá que estaba "caliente" por el arbitraje y que jamás se refirió a "Conmebol" pegado a la palabra "corrupción". ¿Alcanzará para que atenuar una sanción? Del mano a mano entre Tapia, Domínguez y el resto de los titulares de las federaciones también dependerá la suerte que correrá Messi.