El personal médico de la terapia intensiva del hospital San Martín viene trabajando desde hace mucho tiempo en la elaboración de los informes anuales que arrojan las estadísticas sobre los accidentes de tránsito que se producen en la ciudad de Paraná. Hasta el año pasado los datos eran alarmantes, con índices de muerte muy preocupantes que surgían, en principio, de la falta de uso de casco.

 

A partir de septiembre de 2014 la situación comenzó a mejorar como consecuencia de los exhaustivos controles vehiculares que comenzaron a realizarse desde el municipio con apoyo de la Policía. Los operativos generaron un impacto positivo y lograron bajar significativamente los índices de accidente y muerte protagonizados por motociclistas. No obstante, este trimestre muestra un ligero aumento en el número de accidentes, comparado a los primeros tres meses del año.

 

El jefe de terapia intensiva del hospital San Martín, Guillermo Grieve, indicó que el número total de accidentes en este trimestre llegó a 18 casos (siete en abril, cinco mayo y seis junio) pero con un sostenimiento bajo de muertes (hubo dos en este período y tres en el anterior), lo que habla de un promedio mensual cuatro veces más bajo que el año pasado.

 

A grandes rasgos, y teniendo en cuenta las estadísticas, la mortalidad sigue bajando, pero el número de accidente se ha sostenido e inclusive ha aumentado y eso alarma a las efectores de salud.

 

"El número de traumatismos aumentó en este trimestre, no así el número de muertes. Teníamos de tres a cuatro fallecimientos por mes y en abril hubo siete ingresos por traumatismos y dos muertes y hacía un año que no teníamos ese nivel de accidentes. Sigue siendo bajo el nivel de muertes, pero hay una tendencia del incremento de los traumatismos", alertó el médico.

 

<b>Hubo 31 accidentados en moto en el último trimestre, con lo cual la proyección da 62 traumatismos en medio año, cuando el año pasado, en el mismo período, se registraron 114 lesionados.</b>

 

"Hay que continuar con los controles, que provocaron un gran impacto pero no se están sosteniendo; creemos que los controles no se mantuvieron en el tiempo y hay que incentivarlos aún más para estar atentos", consideró.

 

Para Grieve, se deben mantener los controles diarios y permanentes en zonas estratégicas, y esto no implica montar operativos especiales sino mantener la atención en las condiciones en las que se movilizan los motociclistas.

 

"Vemos que han disminuido las muertes, hay un pequeño aumento de traumatismos lo que demuestra la efectividad de los controles, pero el aumento de heridos se expresa en el número total de accidentes y no en el número de muertes", explicó. Esto significa que las muertes han bajado porque están relacionadas con el casco, pero los controles están relacionados a los números de accidentes, que siguen creciendo, porque si bien usan el casco manejan a alta velocidad, con más personas de las que corresponde y alcoholizados.

 

"Bajó el número de accidentes pero debe bajar más y llegar al 50%; no deberíamos tener más de un accidente por semana o cada 10 días, lo que sería tres al mes. Sin embargo hubo siete en abril, cinco en mayo y seis accidentes en junio", graficó en declaraciones a El Diario.

 

"Insistimos en la necesidad de establecer estrategias, que no son cuestión de un operativo sino de un control sostenido y permanente en la ciudad, lo que significa hacerlos siempre", sentenció.

 

Para Grieve establecer estrategias implica saber que los números de accidentes en moto aumentan los viernes y sábado durante la noche y la madrugada, "por lo tanto tienen que haber estrategias especiales y no operativos, lo que implica un control permanente, pero con estrategias especiales para los fines de semana porque muchos de los accidentes son producto del alcohol y la velocidad y eso se podría evitar".

 

<i>Cascos </i>

 

"Queremos llegar al 90% de uso del casco para que se mantenga bajo el impacto de muerte y así que disminuyan un 50% los accidentes", esgrimió Grieve.

 

En consonancia con ello, precisó que el uso de casco está en el orden del 75%, un 10% menos que lo que se había registrado desde septiembre del año pasado a marzo de 2015.

 

"Teníamos un 70% y subió al 80%, algo habitual en el período invernal; es importante mantener este registro porque cuando el uso de casco baja del 70% aumenta rápidamente la mortalidad".

 

Al respecto, Guillermo Grieve contó que solamente un tercio de las personas que se accidentan recuperan su vida normal, el resto queda con secuelas parciales y otros en algún momento del tratamiento se mueren.

 

"Contra el accidente lo que te protege es ser prudente, contra la muerte, el casco", resumió.

 

Con relación a ello, hizo hincapié en la importancia de adquirir un casco que pueda salvar la vida de la persona, y para eso es menester que tengan de tres a siete capas, lo que insume un costo de entre 700 y 1.500 pesos. "Lamentablemente, muchos de los motociclistas optan por cascos que en el mercado cuestan alrededor de 300 pesos, con dos capas que no sirven como protección".