Novak Djokovic frente a Roger Federer . El Abierto de Australia será testigo el jueves próximo, desde las 5.30 de la Argentina, del 45° capítulo de una rivalidad que casi arrastra una década de enfrentamientos. Un duelo entre dos campeones múltiples en el Melbourne Park, y aunque tenga todo el color de una final anticipada, recién será la antesala de la definición, la primera semifinal del primer Grand Slam de 2016. En camino hacia este reto, el serbio dio cuenta de Kei Nishikori por 6-3, 6-2 y 6-4; previamente, el suizo se impuso a Tomas Berdych por 7-6 (7-4), 6-2 y 6-4. Por el otro lado de la llave, en la trasnoche argentina de hoy se completarán los cuartos de final, con Andy Murray vs. David Ferrer y Milos Raonic vs. Gaël Monfils.
Aun sin descollar, a Djokovic le alcanzó con una tarea más solvente y con bastantes menos equivocaciones que contra Gilles Simon; en un duelo de desarrollo apenas discreto, jugado bajo un clima húmedo y caluroso, el serbio aprovechó sus oportunidades y Nishikori hizo el resto, con 54 errores no forzados. Más temprano, Federer volvió a demostrar que está en un gran nivel; ante un rival siempre peligroso como Berdych, el número 3 del ranking se impuso nuevamente en sets corridos, por lo que llegará sin desgaste a un duelo de alto voltaje.
La paridad reina en el frente a frente entre Djokovic y Federer, con 22 triunfos por lado. Pero, en las definiciones más cercanas y de largo alcance -al mejor de cinco sets-, ha sido el serbio el que salió airoso, vencedor en las finales de Wimbledon y el US Open del año pasado. Federer, en tanto, consiguió superarlo en cruces más cortos, durante el round robin del Masters y las finales de Cincinnati y Dubai, todas en 2015.
"Puedo ganarle a cualquiera en el tour. Ganar un Grand Slam más significaría mucho para mí; es una de las razones por las que todavía estoy jugando; me siento muy competitivo, y en los últimos tres Grand Slams he estado muy consistente. Estoy jugando un buen tenis", destacó Federer, que apunta a conseguir su 18° título mayor y ampliar su ventaja como el jugador con más trofeos de Grand Slam en el plano individual.