El árbitro designado para River-Boca se quitó presión de cara al fin de semana. "Me toma asentado y maduro, me tocó un premio", aseguró.
Diego Abal, árbitro del Superclásico del domingo que viene, aseguró este lunes que no le cambiará la vida dirigir el próximo River-Boca en el estadio Monumental, en un encuentro correspondiente a la 13° fecha.
"Son 25 años de arbitraje en AFA, hay cosas muy importantes en la vida. Golpes muy fuertes para darse cuenta de qué vale y qué no. Me toma asentado y maduro, me tocó un premio. Me llegó y listo, lo disfruto. No me cambia la vida estar en el Superclásico", afirmó el juez en diálogo con Indirecto.
"Uno arranca y se olvida todo. Trato de hacer mi trabajo lo mejor posible, obvio que hay acierto y error, la estadística no te ayuda a sacarte ese lastre. Pasa mucho con jugadores e hinchas, que dicen que con tal árbitro perdemos siempre, no ganamos nunca. Las estadísticas no me ayudan en mi trabajo", recalcó.
Abal, de 44 años, dejó de ser internacional en el comienzo de esta temporada y proviene de ser el árbitro del clásico de Avellaneda, que lo tuvo a Racing como vencedor sobre Independiente.
"El otro día me felicitaron por el Racing-Independiente, que venía dirigiendo muy bien. Hago vida normal, salgo a entrenar, me junto con mis amigos. Uno trata de estar lo más normal posible en un país muy futbolero", destacó.