El equipo que conduce Marcelo Gallardo, River Plate, pretende jugar en el estadio de Independiente de Avellaneda al menos los dos partidos de la fase de grupos de la Copa Libertadores que retomará la actividad el próximo 17 de setiembre.

Luego de gestiones en la Conmebol y con la dirigencia del "Rojo" ya que el estadio estaba habilitado solo para la Copa Sudamericana, River espera que una inspección de la entidad sudamericana que autorice a usar el estadio "Libertadores de América" el 30 de setiembre ante San Pablo y el 20 de octubre ante la Liga de Quito.

River, que inició una serie de obras en el campo de juego del Monumental, tendrá inactivo su estadio en lo que resta de 2020, y si bien los posibles partidos del torneo local los va a jugar en el predio de Ezeiza, en la Copa necesita un estadio habilitado por Conmebol.

La cuestión de la intensidad lumínica para las transmisiones televisivas 4K es todo un problema para elegir estadio y eso acabó descartando de plano la chance de Vélez Sarsfield, que era el estadio más cómodo para River.

Si bien se habían evaluado estadios como los de Racing y el Ciudad de La Plata, e incluso alguna chance de ir al interior (Mendoza y Córdoba), la apuesta final que deberá definirse antes del jueves a las 19, cuando acabe el plazo impuesto por la Conmebol para que los equipos participantes de la Libertadores deban informar si cambiarán su localía (esto formulado especialmente por cuestiones sanitarias ante la pandemia de coronavirus), sería por la cancha de Independiente.

De todos modos y si surgen inconvenientes por temas de habilitaciones, la institución "millonaria" maneja como segunda alternativa ya aprobada por Comebol el estadio Juan Domingo Perón del Racing Club o, en su defecto, el de Argentinos Juniors.

Más allá de las cuestiones coyunturales de la pandemia que obliga a jugar sin público, River debía cumplir una sanción de la Conmebol y ambos partidos mencionados se iban a disputar de todos modos sin gente.

River va a a volver a competir el 17 de setiembre ante San Pablo de visitante y una semana después viaja a Perú para jugar ante Binacional en estadio a confirmar (en la altura de Juliana o en su defecto en Lima, y para ambos partidos el cuerpo técnico está planificando una burbuja sanitaria que se haría en el hotel Holiday Inn, de Ciudad Evita, cerca del predio de Ezeiza, para los aislamientos que obligan los viajes al exterior.