Ricardo Centurión retornó a Argentina el sábado por la mañana luego de un viaje relámpago a Italia, en el que incluso pudo haber firmado por el Genoa, y por la noche fue a un boliche de Lanús, en el que participó de un nuevo escándalo que podría complicar su llegada a Boca.
El atacante, de 24 años, tuvo que retirarse custodiado por la seguridad del lugar y por la policía luego de que un amigo suyo le pegara una piña a un joven que le había pedido una foto. Esta situación habría caído muy mal en el cuerpo técnico, que durante semanas le insistió a la dirigencia para que haga un esfuerzo económico para comprar a Ricky.
Boca había accedido a comprar el 100 por ciento del pase del jugador: le pagaría 4.200.000 dólares al San Pablo por el 70 por ciento del pase y 1.500.000 a Racing por el 30 por ciento restante. ¿Cambiará la postura a partir de este nuevo incidente?