Sociedad Iniciaron sumario

Enfermero robó 268 ampollas de fentanilo de un hospital entrerriano

Un enfermero robó 268 ampollas de fentanilo que estaban a resguardo en la farmacia del Hospital San Benjamín, de Colón. El caso se derivó a la Dirección de Sumarios de Fiscalía de Estado y el enfermero quedó al borde de la cesantía.
Un enfermero del Hospital San Benjamín, de Colón, con una afección psiquiátrica, robó 268 ampollas de fentanilo que estaban a resguardo en la farmacia del centro asistencial. Se trata de un opioide utilizado como analgésico que tiene una potencia superior a la morfina. El fentanilo farmacéutico es recetado por los médicos para tratar el dolor intenso, especialmente después de una operación y en las etapas avanzadas del cáncer.

Esto salió a la luz a partir de un informe que realizó la directora del Hospital San Benjamín, Norma Hernández, luego de que se advirtiera un “Comportamiento extraño” por parte de un enfermero durante una guardia del día 19 de septiembre de 2023.

El decreto N° 505 dictado por el Ministerio de Salud de Entre Ríos el 7 de marzo último y por el cual se ordena el inicio de un sumario al empleado señala que durante la guardia de aquel 19 de septiembre, “en horas de la mañana dos compañeras del servicio advierten que el agente antes mencionado carga medicación, toma un guante y moja un algodón con alcohol y se encierra en el baño de enfermería”. La misma situación se reitera al día siguiente, 20, pero ese día, “al abandonar la sala el referido agente, la obstetra mira el descartador y encuentra 15 ampollas vacías sin rótulo que no se usaron en la guardia y que no parecen ser del hospital”.

Una primera medida que se adopta en el Hospital San Benjamín el 27 de septiembre dispone que “solo se hará entrega de medicación controlada (psicotrópicos/estupefacientes) contra receta oficial, en el horario que se encuentren las farmacéuticas a cargo”. Y desde el hospital se pide que se asigne un turno con un «”psicólogo o psiquiatra” al enfermero quien, en su descargo, refiere que “acepto de buen grado lo expuesto por mis compañeros y que doy fe de que me siento necesitado de atención psiquiátrica y psicológica”.

El martes 26 de septiembre un informe del Servicio de Farmacia del Hospital San Benjamín señala que “se controló el stock de fentanilo ampolla y se encontraron cajas adulteradas. Las cajas semivacías estaban mezcladas con las cajas llenas. En total se contabilizaron 3 cajas en ese estado. Presentaban la cinta de seguridad y estaban semiabiertas, faltando la medicación de los primeros blisters/contenedores (. . . ). Al día siguiente, miércoles 27 de septiembre, al ingresar a la farmacia, Cintia Oertelinger, encuentra el armario violentado, posteriormente llegó la farmacéutica Luciana Muñiz y corroboró esta situación, tomando fotos e informando a la Jefa del Servicio de manera inmediata, el precinto había sido zafado y faltaban ampollas de fentanilo en una caja la cual se encontraba con la cinta de seguridad y faltaban las ampollas de los primeros blíster (…) de esta forma corroboramos la teoría de que las ampollas faltantes de fentanilo fueron hurtadas».
Entonces deciden cerrar la farmacia del hospital “con cadenas y candados en las ventanas, la colocación de una cámara de seguridad en el interior de la farmacia y la anexión de una traba con candado a la puerta de la farmacia”.

El informe del Servicio de Farmacia del Hospital San Benjamín sobre el stock de fentanilo advierte de “un faltante de un total de 268 ampollas”. La directora mantuvo una reunión con el enfermero quien le reconoció haber sustraído la medicación y que había accedido a la farmacia “a través de la claraboya - circunstancia que fue verificada a partir de la revisión de las cámaras de seguridad”.

El informe oficial sumó testimonios de empleados que refieren haber encontrado al enfermero con “actitudes dudosas” y que en ocasiones “aparentaba estar inquieto o acelerado”.

El 9 de octubre se presentó una denuncia ante el Ministerio Público Fiscal por el robo de las 268 ampollas de fentanilo. La directora realizó informe “pormenorizado de los hechos, donde se detalla el procedimiento que implementó el agente en cuestión para acceder al sector farmacia y hacerse de la medicación que luego se autoadministraba” y para ello acompañó “capturas de imágenes correspondientes a la cámara de seguridad donde se visualizaría al agente mencionado anteriormente”.

El caso se derivó a la Dirección de Sumarios de Fiscalía de Estado y el enfermero quedó al borde de la cesantía.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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