La joven, de 21 años, aseguró que “las fotos fueron robadas, porque fui a un ciber del centro de la ciudad para que me carguen música en mi celular, que tiene cámara de fotos. Allí me sacaron cerca de 200 imágenes, de las cuales hicieron circular 16, donde aparecía yo desnuda y en otras con amigos. Esto me trajo muchísimos problemas familiares, de salud, de acoso, hasta en mi propia casa han querido meterse, porque además de las fotos se agregaron datos privados, tales como la dirección de mi casa, mi lugar de trabajo y hasta mi teléfono, con acotaciones terribles, que como mujer me denigraron”, se quejó Antonella.
Ante esta situación, la chica requirió el asesoramiento de un abogado, quien recomendó como primera medida la denuncia judicial, cosa que la joven realizó ante la Fiscalía de Turno, en Tribunales de Paraná, hace aproximadamente nueve días atrás.
La denuncia penal quedó radicada por “violación al derecho a la intimidad”, donde Antonella dejó constancia de quién es la persona que robó sus fotos y las difundió. “Por una cuestión legal no puedo decir su nombre, pero sé quién es, tiene aproximadamente 24 años”, agregó.
De este modo, el episodio se constituiría en el primer caso que llega a la Justicia local por violación de la privacidad y divulgación por internet, porque si bien se conoció el caso del video filmado con un celular de una adolescente practicando sexo oral a un alumno de la Escuela de la Base Aérea en Paraná, y que circuló a través de ese medio, la cuestión no llegó a Tribunales.
“Yo no sé qué busca esta persona haciendo esto, si divertirse o hacerme un daño, pero no sé de dónde sacó tanta rabia para hacerme esto. Ni siquiera ganó dinero, porque envió todo gratis, pero sí se ganó muchísimos problemas, porque dañó muchísimo mi vida, mi familia, mi pareja”, se quejó Antonella, para agregar entonces que “quiero aclarar que no hay atrás de estas fotos una red de prostitución, como se dijo en algún medio de comunicación; tampoco que esto es una movida de prensa para promocionarme, porque yo no ejerzo la prostitución”, afirmó.
Acerca de las medidas adoptadas, la joven indicó que “ya pedimos el cese de circulación de las imágenes a (la empresa de correo electrónico gratuito) Hotmail y además voy a enviar cartas documento a un canal de TV y una radio, porque divulgaron algunas fotos incluso en horario de protección al menor y dijeron barbaridades de mí”, adelantó.
De las fotos en cuestión, Antonella reconoce que “fue un juego, incluso en algunas estoy con un amigo, ni siquiera es mi novio”.
La joven está convencida de que a través de pericias se podrá determinar la culpabilidad del sindicado como quien le sustrajo las fotos, y espera llevar adelante una causa por daños y perjuicios, agravado por difamación.
Antonella reconoció que “el daño ya está hecho”, pero de todas maneras encara el accionar judicial en primer lugar para que se retiren las fotos de circulación por internet, pero también para lograr un castigo del culpable.
“Creo que han habido casos anteriores, pero nadie se animó a denunciarlo”, revela Antonella, para agregar que “yo sí lo hago porque es una situación muy fea la que estoy atravesando. Por eso confío en la Justicia, que se pueda resolver rápidamente este caso”.
Tras una nueva reunión con Antonella, un abogado del fuero local se haría cargo como querellante en la causa, y aunque dio detalles a esta Hoja, pidió que no se publicara su nombre. Acerca del hecho, el letrado describió que “alguien se apropió ilegítimamente de unas imágenes y las divulgó sin el consentimiento de la propietaria, violando así lo que hace a su vida privada y su fuero íntimo”.
En ese sentido, el abogado aseguró que “la figura delictual se podría enmarcar en lo que es una injuria, utilizando en este caso un medio como internet, en lo que constituiría el primer caso que se lleva ante la Justicia. Estimamos también que se prejuzgó en algunos medios periodísticos, al atribuirle a la joven actividades que encuadran como delictuales, además de menoscabar su dignidad como mujer”, precisó. Fuente: El Diario
