Las bolsas europeas acusaban fuertes pérdidas este jueves, preocupadas por el estado de la economía mundial y un repunte de la tensión en los mercados de deuda.
Las bolsas de París, Madrid, Milán, Lisboa y Amsterdam perdían más de un 3%, y la de Fráncfort más de un 2%. En Londres, la caída era más moderada, de un 1,17%.
Después de abrir al alza, las bolsas europeas retomaron la tendencia a la baja de la víspera, cuando cerraron con abultadas pérdidas por una salva de malos indicadores procedentes de Estados Unidos y China y la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento alemán en 2014 y 2015.
"Hay un poco una caída libre. El mercado vuelve a estar deprimido, a falta de nuevas noticias, y dentro de un contexto de gran nerviosismo", observó Andrea Tuéni, analista de Saxo Banque.
"Hay una fuerte aversión al riesgo, y una pérdida de confianza en cuanto al crecimiento", añadió.
Este jueves, los mercados europeos se llevaron además dos malas noticias.
La primera fue la confirmación del dato de inflación en la Eurozona en septiembre, apenas 0,3%, su nivel más bajo desde octubre de 2009. Este indicador sigue alimentando la amenaza de una deflación, que sería fatal para un crecimiento económico ya de por sí estancado.
La otra mala noticia es que España no recaudó lo esperado en sendas emisiones de deuda a diez y quince años, lo que significa que vuelve a haber tensión en torno a la deuda de los llamados países periféricos de la Eurozona.
Igualmente hay nerviosismo con Grecia, donde la gran cuestión es si el gobierno logrará sacar próximamente al país del plan de rescate de la UE y el FMI sin un paquete preventivo de asistencia.
Prueba de esa tensión, este jueves el Banco Central Europeo (BCE) se comprometió a garantizar una mayor liquidez a los bancos griegos.
